jueves, 14 de febrero de 2013

Capítulo 3: Eres muy importante para mi.


Me volteé y vi como se alejó en dirección a su casa, sin mirar atrás. Yo me quedé afuera esperando a que entrara a su casa. Cuando finalmente lo hizo, entre yo a la mía, subí las escaleras y me acosté en mi cama, sin creer lo que acababa de pasar hace unos minutos. Había besado a mi mejor amigo. Había cometido el peor error de mi vida. Pero, ¿estaba arrepentida? No. Para nada. A pesar de sentirme incómoda, puedo jurar que fue lo mejor del mundo. No me arrepentía. Después de todo, lo hecho, hecho está. Me bañé y me puse mi pijama para finalmente acostarme. Recordaba con detalles todo lo sucedido. Me dormí pensando en Justin y en sus labios. Dormí con una sonrisa en el rostro. 
*narra Justin*


Mamá invitó a Jessica a quedarse para cenar. Por más que ella se negaba, terminó aceptando y cenando con todos nosotros. Cuando ya era tiempo de que regresara a casa, se despidió de mis padres y de mis pequeños hermanos. Joder, cuanto amaba ver como era de cariñosa. Le pedí que me dejara acompañarla a su casa, se negó varias veces, pero al final accedió. El camino a su casa fue agradable, igual que todos y cada uno de los momentos en los que estábamos juntos. Llegamos y me invitó a pasar ya que su padre no estaba. Nos quedamos platicando un rato en la sala hasta que mi mamá me llamó diciéndome que regresara a casa. Me pare y fui a despedirme de la sra. Jennie. 


—Adiós tía—le dije y le di un beso en la mejilla.
—Adiós Justin, saludos—dijo abrazándome. 
—Ven, te acompaño a la puerta—me dijo Jessica tomando mi mano. Joder, ¿tenía que ponerme nervioso por el mínimo roce de nuestras pieles? Es que es inevitable. Fuimos hasta la puerta, ella abrió y ambos salimos—Mañana sí irás, ¿cierto?—me preguntó.
—Sí.
—Prometelo.
—Lo prometo—nos abrazamos y casi caemos. La sostuve de su cintura para evitar que perdiera el equilibrio y cayera, y quedamos a cinco centímetros de los labios del otro.

Estaba nervioso, sabía lo sucedería, y aunque pudiera evitarlo, no lo haría. Hace mucho que deseaba esos labios, y no iba a dejar pasar esta oportunidad. La miré a los ojos. Sus hermosos ojos cafés que tanto me gustaban estaban dilatados y perdidos en los míos. Nuestras miradas hacían el mismo recorrido. Pasaba de nuestros ojos a nuestros labios. Lentamente me fui acercado para desaparecer el pequeño espacio que había entre ambos. Ella cerró los ojos con suavidad, e igual yo y unimos nuestros labios en un tierno y lento beso. Coloque mis manos en su cintura y la acariciaba, mientras ella acomodaba sus brazos en mi nuca y jugaba con mi cabello, para después separamos lenta y delicadamente. La miré sonrojado. Sentía el calor en mis mejillas. Y ella estaba igual, e incluso un poco más roja. 


—Eh, yo, yo, lo si... siento—dije tartamudeando.
—Sí, eh, yo, yo, hmm, yo igual. Hasta mañana—dijo dándome un beso en la mejilla y volteándose para entrar a su casa.
—Sí, adiós—me volteé y me alejé en dirección a mi casa, sin mirar atrás. No podía creerlo. La había besado. A mi mejor amiga. No sé como haría para volver a verle la cara. Aunque no estaba arrepentido de haberla besado, para nada. Llegué a casa y le avise a mi mamá que ya había llegado. Para después subir a mi habitación. Hasta que Jazzy y Jaxon me detuvieron.
—¿Ella será tu novia?—dijeron al unisono. No pude evitar sonrojarme—ella nos agrada mucho. Es muy tierna. Mucho más que la otra—dijo Jazzy volteando los ojos al decir 'la otra'. Con la otra se refiere a mi ex, Nathalia. Yo sólo sonreí y les acaricié la cabeza a ambos, para finalmente dirigirme a mi habitación y acostarme mirando al techo para pensar. 

No quería dormir, y si lo hacía sería con una sonrisa en el rostro. Estaba feliz. Más que feliz. Después de tanto tiempo, por fin había podido besar esos labios que me traían loco. Pero, no. No podía decirle que sentí algo en ese beso. O mejor dicho, que hace mucho siento algo con ella. Eso arruinaría la amistad. Además, escuche que le atrae Chaz, así que no debería ilusionarme solo porque nuestros labios hicieron contacto. Debía contarle a alguien sobre el  beso, tal vez a Ryan, pero eso sería mañana en el colegio. Me dormí pensando en lo que había pasado con Jessica, estaba feliz, irradiaba felicidad. 



*narra Jessica*


Me levanté un poco más temprano de lo habitual, ya que quería darme un baño de más o menos media hora. Espere a que el agua estuviera tibia y entre a la tina. Tarde más o menos 20 minutos, me envolví en una toalla blanca y salí. No sabía que ponerme, pero al final opté por esto. Lo que más me gustaba de mi colegio es que podía usar la ropa que quisiera, incluso shorts. Deje mi cabello suelto para que se secará y se le formaran sus ondas naturales. Me puse gloss y un poco de mascara. Me miré al espejo y sonreí. Tomé mi bolso, mi celular y las llaves del auto que me habían regalado para mi cumpleaños y baje a la cocina para tomar una manzana. Le envié un mensaje a Cait diciéndole que en cinco minutos estaba en su casa. Tenía que contarle sobre lo sucedido. Ella me respondió con un 'okay'. Me despedí de mis padres y salí. Encendí mi auto y me dirigí a casa de Cait. Cuando llegué ella ya estaba afuera esperándome. La salude con un beso en la mejilla y nos dirigimos al colegio.

—¿Y bien? ¿Qué sucedió?—me preguntó Cait.
—¿Por qué lo dices?—dije sorprendida.
—Por favor Jessica, tú no me envías un mensaje a las 6:30am diciendo "en 5 minutos estoy en tu casa" por nada. Sabes muy bien que yo siempre me voy con Chris en su auto. 
—Lo sé. Lo que pasa es que, Cait...
—¿Lo qué pasa es que?...
—Justin y yo nos besamos—Cait me miró sorprendida. No lo podía creer. 
—¿En serio? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Y qué pasará con su amistad? ¿Te gusta? ¿Le gustas? ¿Se gustan? ¿Te arrepentiste?—dijo casi sin respiración mientras yo reía por como había reaccionado.
—Sí. Casi caemos y él me sostuvo de la cintura y fuimos uniendo nuestros labios poco a poco hasta que nos besamos. Ayer. En el portal de mi casa. No lo sé. No lo sé. No lo sé. No lo sé. No.—dije riendo mientras contestaba todas sus preguntas en orden. 
—¿¡Cómo qué no sabes si sientes algo por él!?—gritó Cait sin darse cuenta de que ya habíamos llegado al colegio, y todos nos miraban con cara de "¿y estas locas?"—Largo, aquí no hay nada que ver—les dijo Cait furiosa—Jessica, ¿sabes cuántas chicas están enamoradas de Justin? Incluso Denisse se siente atraída a él, ¿y tú lo vas a dejar ir porque no sabes si sientes algo por él?—dijo mientras entrabamos al colegio.
—Lo sé Cait. Lo sé. Pero aún no sé si Justin siente algo por mi. Sólo fue un beso, nada más—dije despreocupada.
—Un beso que puede llevarte a encontrar al amor de tu vida
—Deja de ser tan cursi—dije pegándole en el hombro mientras me reía—recuerda que una mujer inteligente besa, pero no se enamora. No quiero ilusionarme.
—Si tú lo dices...—dijo Cait.
—¿Quién dice qué?—escuche esa voz tan familiar detrás mio.
—Nada—dijimos Cait y yo al unisono—Hola Chaz—dije dándole un beso en la mejilla. Chaz era un amigo que conocí gracias a Justin. Era de sus mejores amigos.
—Bueno, los dejo. Tengo que terminar un trabajo, luego nos vemos—dijo Cait y se despidió de nosotros. 
—Adiós—dijimos al unisono—y bien, ¿cómo estás tonta?—me preguntó Chaz.
—Bien, ¿y tú tonto?
—Bien. ¿Vamos a clase?—asentí con la cabeza y nos fuimos al salón de clases, dónde nos esperaba la profesora de español María Martínez. 

Yo hablaba el español con fluidez. Tengo descendencia latina por parte de mi madre, y ella me había enseñado a hablar español de pequeña. Ya que algunos veranos me iba para México a visitar a mis abuelos y como ellos no hablan inglés, debí aprender español para comunicarme con ellos. Llegamos al salón de clases y tomamos asiento en nuestros respectivos puestos. Español era mi clase favorita, y era la que más disfrutaba, lo único que dañaba la clase era la presencia de Denisse allí, pero eso no importaba. Chaz, Chris y yo dábamos esa clase juntos, ya que mi grado y el de ellos se mezclan en algunas clases como arte, español, biología y química. En arte estaba con Justin y Jamie, en español con Chaz y Chris, en biología con Ryan, Cait, y April, y en química sólo con Justin. Ese día tenía clase de español y después química. La clase de español pasó rápido. Al salir de clase Christian y Chaz me acompañaron a mi casillero y luego se fueron a su siguiente clase. Abrí mi casillero, tomé mi libro de química y me dirigí al aula 34B. Llegué algo temprano y allí estaba Justin sentado en nuestro pupite, un poco  nervioso. Al verme sonrió tímidamente. Me dirigí al pupitre y me senté junto a él. "Hola" lo escuché susurrar.


—Hola Justin. ¿Pasa algo?

—Yo, yo siento mucho lo de ayer. Espero que no se interponga en nuestra amistad, porque lo último que quisiera sería perderte, quiero decir, perder nuestra amistad. Eres muy importante para mi y nuestra amistad también lo es y...—lo callé con un beso corto. Sabía que no había nada entre nosotros, pero necesitaba callarlo, después de todo, nadie nos estaba mirando. Y estaba nervioso y hablando muy rápido así que, ¿cuál era la mejor manera de callarlo? Obvio que esa. Lo miré y sonreí algo apenada—que, que, quería evitar que nos sintiéramos incómodos—concluyó algo nervioso. 
—No te preocupes, ya lo que pasó, pasó. Lo hecho, hecho está. Y no se puede hacer nada para cambiarlo—le dije sonriendo. El profesor llegó y empezó la clase, miraba a Justin sin que se diera cuenta cada vez que miraba a otro lado o estaba entretenido. 

Él, él era perfecto. 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Capítulo 2: ¿Ni siquiera conmigo?


—¿En verdad estás arrepentido?dije mirando al suelo.
—Sí, y no sabes cuántoDijo Justin alzando mi barbilla, y haciendo que mirara a sus hermosos ojos almendrados, que ahora tenían las pupilas dilatadas, y me miraban con arrepentimientoLo siento, y créeme que te diría que lo siento mil veces, con tal de que me perdones. Sé que un simple lo siento no cambia el hecho de que te haya hecho daño emocionalmente, pero estoy realmente arrepentido.
—Sé que estás arrepentido. Te perdono—Le dije sonriendo, y dándole un abrazo.
*Seis Meses Después*

Pasaron seis meses, y Jessica y Justin, se veían todas las tardes, salían, iban juntos al colegio, cosa que al padre de Jessica le molestaba. Ella y su padre, se habían peleado demasiadas veces, porque ella defendía a Justin, cosa que enfurecía y agrandaba cada vez más el odio que le tenía Charles a Justin. Pero, ¿por qué Charles odiaba tanto a Justin? Ni siquiera la misma Jessica lo sabía, ni su madre. Era un misterio sin descubrir.

Un martes de primavera, Jessica llegó algo temprano al colegio, había peleado con su padre nuevamente, y como no encontraba a Justin, prefería estar sola, pues no quería darle explicaciones de nada a Jamie, y decidió dirigirse al salón de música. Una vez allí, se dio un paseo por la sala, observando con detalle cada uno de los instrumentos musicales que allí se encontraban. Anteriormente, Jessica había tomado clases de piano, con uno de los mejores maestros de piano de Los Ángeles, pero lo dejó después del octavo grado. Se dirigió hacía donde estaba el lujoso instrumento, tomó asiento en el taburete, y comenzó a tocar el coro de una canción que había escrito hace poco:

I am a lightweight, better be careful what you say, 
with every word I'm blown away, you're in control of my heart.
I am a lightweight, easy to fall easy to break, 
with every move my whole world shakes, keep me from falling apart


Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos. Odiaba pelear con su padre. A pesar de ser una persona fuerte, era demasiado sensible, pero odiaba que la vieran llorar. Las únicas personas que la habían visto llorar eran Jamie y Justin, nadie más.

¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?dijo, caminando hacía ella. Jessica volteó y vio a su castaña amiga con cara de preocupación y dolor, lo que la hizo salir corriendo a abrazarla.—Tranquila amiga, yo estoy aquí.
—Ya no puedo más, Jamie—dijo Jessica con la voz entrecortada—ya no.
—No digas eso. Yo sé que sí puedes, Jess. Me tienes a mí, y a Justin.—dijo Jamie con un tono de desagrado al pronunciar “Justin”. La relación de Jamie y Justin, no era tan buena por así decirlo. Jamie odiaba a Justin por como había hecho sufrir a Jessica en la primaria, y por muchas más cosas. Ella pensaba que las cosas no se podían solucionar con un "perdón” y una carita de perro triste.
—Pero...
—Pero nada. Límpiate esas lágrimas, y vayamos a clase. A la salida me cuentas lo que ocurrió, ¿vale?
—Vale.

Se dirigieron al salón de arte, y tomaron asiento en sus puestos habituales. Esta clase la daban con el salón de Justin, y Jessica no esperaba el momento en el que Justin entrara por la puerta y le sonriera, igual que hacía cada martes. Pero no, ese martes no. Justin nunca llegó. La clase solía ser divertida y corta con el payaso de Justin haciéndole burlas al profesor, pero ese día no. La clase fue fría, y duró una eternidad. ¿Faltar a clases? Eso no era típico en Justin, y Jessica no veía que llegara la hora de la salida, ir a su casa y para darse un baño, y arreglarse para salir a casa de Justin. Las demás clases pasaron lentísimas, pero al fin llegó la hora de la salida. Decidió desaparecerse y no contarle nada a Jamie, después le explicaría. Lo único que quería era ir lo más pronto posible a casa de Justin. 

Al llegar a casa, lo primero que hizo fue subir las escaleras y darse un baño de más o menos una hora. Estaba exhausta  Odiaba dar educación física, pero lo único que le había agradado de la clase de hoy era que jugaron fútbol y su equipo le ganó al de Denisse. Su peor enemiga, por así decirlo. La más ridícula de la clase y tal vez la más zorra de su generación. Río al recordar la cara de frustración de Denisse al ver que su equipo había perdido el partido 5-2. Al salir del baño se vistió con esto. Dejó su cabello suelto, y llamó a su mamá para avisarle que iba a casa de Justin. Su madre lo adoraba. Creía que era un gran chico, y que tal vez él y su hija deberían salir. No sería incómodo si tan solo no lo dijera cada vez que él iba a su casa, antes de que su padre llegara. Salió en dirección a casa de Justin. No vivía lejos. Solo unas seis casas a la derecha. Al estar frente a la puerta, pudo escuchar a los pequeños hermanitos de Justin peleando. Jessica sonrió. Amaba a Jaxon y Jazzy. Tocó el timbre y pudo escuchar un 'ya voy' desde la parte de arriba. Esa voz era inconfundible. 

—¡Jess!—dijo Pattie abrazando a la morena—hace mucho que no venías por aquí. Ven, pasa. ¿Cómo estás linda?
—Hola tía. Muy bien, gracias. ¿Y usted qué tal?
—Pues, bien, lo mismo de siempre. Tratando de controlar a estos pequeñosJazzy y Jaxon rápidamente corrieron hacia Jessica y ella se puso de cuclillas para abrazar a los dos pequeños. Para que luego se fueran y siguieran jugando—Justin está arriba, sube—dijo sonriendo para después dirigirse a la cocina. Subí las escaleras y me dirigí a la última puerta al fondo y toque.
—No quiero hablar—dijo desde el otro lado.
—¿Ni siquiera conmigo?—pude escuchar como se paraba y dejaba caer algunas cosas al suelo  para inmediatamente abrir la puerta, sonreírme y abrazarme.
—Hola princesa. Ven, entra—dijo dandome un beso en la frente y entrelazando nuestros dedos. Me sentí algo extraña por dentro. Sentí una corriente dentro mío, y un escalofrío. Pero no me incomodó. De hecho, me agradó. Nos sentamos en su cama como cada vez que iba a su casa y nos comenzamos a reír de nuestras caras. 
—¿Por qué faltaste hoy?—dije con algo de curiosidad.
—Oh. Sí. Tuve un problema con mi papá, y me rehusé a ir—dijo despreocupado.
—¿Sí? Yo igual. Te busqué esta mañana, pero no te encontré.
—Lo siento. Me necesitaste y no estuve allí.
—No te preocupes, no es nada—sonreí.

Nos quedamos hablando un rato sobre todo. Amaba estar con él. Amaba sus estupideces. Era muy divertido. En verdad había cambiado. No era el mismo Justin que yo recordaba. Pasaron más o menos unas dos o  tres horas y ya debía irme a casa. Pero Pattie me invitó a comer y por más que me negué ella insistía y bueno, es imposible que la sra. Bieber acepte un no por respuesta, así que finalmente accedí y me quede para la cena. No tenía mucha hambre, pero aún así comí todo para así despedirme de todos y que Justin me acompañara a la puerta. 

—Deja que te acompañe a casa—insistió Justin una vez más.
—Biebeeeer.. Ya dije que no.
—¿Y si te hacen daño?
—Sé cuidarme sola.
—Jessica...
—Está bien.

Accedí a que Justin me acompañara a casa. En el camino íbamos tonteando, igual que siempre. Pasar tiempo con él era increíble. Era el mejor amigo del mundo. Llegamos a mi casa, y mi papá aún no había llegado, así que lo invite a pasar. Mi mamá se emocionó mucho al verlo. Ella adoraba a Justin. Nos quedamos platicando unos quince minutos más, hasta que su madre lo llamó y le dijo que ya regresara a casa.

—Adiós tía—le dijo a mi mamá y le dio un beso en la mejilla.
—Adiós Justin, saludos—dijo abrazándolo. 
—Ven, te acompaño a la puerta—le dije tomando su mano. Fuimos hasta la puerta, la abrí y ambos salimos—Mañana sí irás, ¿cierto?
—Sí.
—Prometelo.
—Lo prometo—dicho esto nos abrazamos y casi caemos. Él me sostuvo de la cintura para evitar que perdiera el equilibrio y quedamos a cinco centímetros de los labios del otro. Lo miré a los ojos y me di cuenta de que tenía los ojos más hermosos que alguna vez había visto. Mi mirada pasaba de sus ojos a sus labios, de sus ojos a sus labios, y su mirada igual. Hasta que desaparecimos el pequeño espacio que había entre ambos, cerramos los ojos y unimos nuestros labios en un tierno y lento beso. Coloque mis manos en su nuca y comencé a jugar con su cabello, mientras el acariciaba mi cintura, para después separamos lenta y delicadamente. Él me miró sonrojado. Imagino  que yo estaba igual. O tal vez peor. 
—Eh, yo, yo, lo si... siento—dijo tartamudeando. 
—Sí, eh, yo, yo, hmm, yo igual. Hasta mañana—dije dándole un beso en la mejilla y volteandome para entrar a mi casa.
—Sí, adiós—me volteé y vi como se alejó en dirección a su casa, sin mirar atrás. Yo me quedé afuera esperando a que entrara a su casa. Cuando finalmente lo hizo, entre yo a la mía, subí las escaleras y me acosté en mi cama, sin creer lo que acababa de pasar hace unos minutos. 
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Holi. Estaba algo inspirada, por eso tarde subiendo el capítulo. Espero que les guste<3. 
Acá les dejo mi twitter por si tienen alguna duda :). 


Capítulo 1: Sólo miradas, que se perdían a lo lejos.



—¡Jessica, amor! ¡Espera! ¡No te vayas!—Dijo su madre, mientras Jessica salía de su casa, tirando la puerta de un portazo. Sus padres habían peleado nuevamente, y por su culpa. Al carajo todo eso. No podía ser perfecta, y no estaba en sus planes serlo. Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, mientras caminaba al parque que quedaba en su vecindario. Llegó y se sentó en una de las bancas del pintoresco parque. Estaba cansada de todo y simplemente quería estar sola.

“Ya no puedo más con esto” susurró Jessica mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas.

—¿Qué sucede?—dijo una voz conocida para ella. Ella volteó, y miro la cara del chico. Tenía unos 17 años, era blanco y rubio, con ojos almendrados—¿Por qué lloras? Claro, si se puede saber—Concluyó el chico con una cara de preocupación.

—¿Qué quieres Bieber—contestó Jessica con un tono de voz algo frío.

¿Por qué ella contestaba de esa manera? Fácil. Bieber fue el chico que le hizo la vida imposible durante toda la primaria. Simplemente no lo soportaba. Mirar su rostro, era como probar de la comida que más odias.

—Solo me preocupaba por ti— Contesto él, mirando hacía el suelo, algo apenado.

¿Acaso era cierto lo que los oídos de Jessica estaban escuchando? ¿Justin Drew Bieber, el chico que le hizo la vida imposible, preocupándose por ella? Los ojos de Jessica se abrieron como platos, pero  lo disimuló.

—¿Es en serio?
—Sí—contesto él mirando a sus profundos ojos cafés. 

Ella simplemente no podía creer lo que estaba sucediendo, era como si el mundo se fuera a acabar. Pasaron unos cinco minutos. Un silencio incómodo. Ninguno hablaba. Sólo miradas, que se perdían a lo lejos.

—¿Por qué te preocupas por mí?—dijo ella rompiendo ese silencio.
—¿Por qué no debería hacerlo?—contestó él con otra pregunta.

Más miradas a lo lejos. Otro silencio incómodo. Jessica prefería no contestar esa pregunta. Se negaba a recordar su pasado. Se negaba a recordar todo lo que Justin la hizo sufrir. Un minuto. Después dos y tres. Cinco más y fueron siete minutos los que ella dejó esperando a Justin una respuesta. Finalmente lo pensó bien, y lo miró a los ojos.

—No lo séContestó ella mirando a lo lejos.Se me hace raro viniendo de tu parteConcluyó, mirando a Justin con su ceja derecha levantada. Él sonrió para sí mismo, pero luego su sonrisa se desvaneció.

—Jessica…
—¿Qué?
—Lo sientoDijo haciendo una corta pausaMe gustaría conocerte, ser tu amigo, y empezar de cero, dejar el pasado atrás y hacer como si nada hubiese sucedido.

“Lástima que sucedió” dijo Jessica en un susurro apenas audible para Justin.

—Lo sé, y fui un completo idiota al hacerte sentir mal. Tú no merecías eso. Ni tú, ni nadie lo merece. Lo siento, ¿crees que algún día puedas perdonarme? Estoy realmente arrepentido, y todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no crees?

En ese momento, mire a Justin a los ojos, y me di cuenta de que realmente estaba arrepentido. ¿La verdad? Nunca creí que este día llegaría. Pero como dicen “Nunca digas Nunca”. Hace mucho tiempo que no veía a Justin, un año, o tal vez dos. Estaba muy cambiado, recuerdo que antes tenía hairflip, y su cabello era más oscuro. Pero que hubiera cambiado físicamente, no quería decir que hubiese cambiado interiormente. Eso es algo que con el tiempo, tendría que darme cuenta. Justin estaba parado enfrente de mí esperando mi respuesta, con los brazos cruzados, y sin quitar su mirada de mis ojos. Un minuto, tal vez dos o tres, y nuevamente un incomodo silencio. Abrí mi boca, en señal de decir algo, pero la cerré nuevamente. Sinceramente, las palabras no querían salir de mi boca, pero él tenía razón. Todos merecemos una segunda oportunidad.

—Justin…
—¿Sí?
—¿En verdad estás arrepentido?dije mirando al suelo.
—Sí, y no sabes cuántoDijo Justin alzando mi barbilla, y haciendo que mirara a sus hermosos ojos almendrados, que ahora tenían las pupilas dilatadas, y me miraban con arrepentimientoLo siento, y créeme que te diría que lo siento mil veces, con tal de que me perdones. Sé que un simple lo siento no cambia el hecho de que te haya hecho daño emocionalmente, pero estoy realmente arrepentido.
—Sé que estás arrepentido. Te perdono—Le dije sonriendo, y dándole un abrazo.
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Bueno, me presento. Soy Ana Carolina. Tengo 14 años y soy de Panamá. Hace mucho escribí esta novela, pero no pude terminarla por la escuela. Quise compartirla con ustedes y espero que les guste. 
Por favor, dejen sus comentarios<3.
Acá les dejo mi twitter

subiré hoy mismo el segundo capítulo<3. 

Sinopsis.




Jessica Archbold. Una hermosa chica de 16 años, de piel tan blanca como la nieve y ojos cafés, de mediana estatura, hermosos labios carnosos y cabello negro azabache. Una chica soñadora, tierna, sensible, humilde, rebelde, y orgullosa, pero sobre todo diferente…

Esta historia, se trata sobre una chica, un chico, y un amor prácticamente imposible. ¿Sería ella capaz de arriesgarlo todo solo por ese chico? ¿Sería capaz de arruinar lo que comenzó siendo una hermosa amistad, por culpa del amor? ¿Escucharía a su corazón, o a los consejos de su mejor amiga? ¿Estaría ella haciendo lo correcto? ¿Sería esa una buena decisión? Tantas preguntas. Ninguna respuesta. Pero Jessica si tenía un objetivo: Poder ser feliz.

Nunca creyó que llegaría el día en que todo cambiaría, nunca creyó que justamente esa persona, entraría en su vida, dándole un giro de de 360º grados.

Personajes:

Jessica Archbold. Tú. Personaje principal. Tienes 16.
Justin Bieber: Personaje principal. Acá tiene 17. 
Pattie Mallette. Mamá de Justin. 
Jeremy Bieber. Papá de Justin.
Jennifer Archbold. Tu mamá. 
Charles Archbold. Tu papá.
Jamie Parker. Mejor amiga de infancia. Tiene 16.

Caitlin Beadles. Hermana de Christian y es tu confidente. Tiene 16.
April Somers. Prima de Chaz y amiga tuya. Tiene 16. 
Ryan Butler. Uno de los mejores amigos de Justin. Tiene 17.
Chaz Somers. Uno de los mejores amigos de Justin. Tiene 17. 
Christian Beadles. Uno de los mejores amigos de Justin. Tiene 17. 

*Los papás de Justin están juntos en la novela*

Hola chicas. Soy yo, Ana Carolina. Wow, hace mucho que no entraba acá. Bueno, iré al grano. He visto que el blog ha tenido muchas entradas, y que al parecer algunas quieren que siga esta novela. Y bueno, es para avisarles, que empezaré con una nueva novela. espero y no les moleste, pero sé que les encantará :).