jueves, 14 de febrero de 2013

Capítulo 3: Eres muy importante para mi.


Me volteé y vi como se alejó en dirección a su casa, sin mirar atrás. Yo me quedé afuera esperando a que entrara a su casa. Cuando finalmente lo hizo, entre yo a la mía, subí las escaleras y me acosté en mi cama, sin creer lo que acababa de pasar hace unos minutos. Había besado a mi mejor amigo. Había cometido el peor error de mi vida. Pero, ¿estaba arrepentida? No. Para nada. A pesar de sentirme incómoda, puedo jurar que fue lo mejor del mundo. No me arrepentía. Después de todo, lo hecho, hecho está. Me bañé y me puse mi pijama para finalmente acostarme. Recordaba con detalles todo lo sucedido. Me dormí pensando en Justin y en sus labios. Dormí con una sonrisa en el rostro. 
*narra Justin*


Mamá invitó a Jessica a quedarse para cenar. Por más que ella se negaba, terminó aceptando y cenando con todos nosotros. Cuando ya era tiempo de que regresara a casa, se despidió de mis padres y de mis pequeños hermanos. Joder, cuanto amaba ver como era de cariñosa. Le pedí que me dejara acompañarla a su casa, se negó varias veces, pero al final accedió. El camino a su casa fue agradable, igual que todos y cada uno de los momentos en los que estábamos juntos. Llegamos y me invitó a pasar ya que su padre no estaba. Nos quedamos platicando un rato en la sala hasta que mi mamá me llamó diciéndome que regresara a casa. Me pare y fui a despedirme de la sra. Jennie. 


—Adiós tía—le dije y le di un beso en la mejilla.
—Adiós Justin, saludos—dijo abrazándome. 
—Ven, te acompaño a la puerta—me dijo Jessica tomando mi mano. Joder, ¿tenía que ponerme nervioso por el mínimo roce de nuestras pieles? Es que es inevitable. Fuimos hasta la puerta, ella abrió y ambos salimos—Mañana sí irás, ¿cierto?—me preguntó.
—Sí.
—Prometelo.
—Lo prometo—nos abrazamos y casi caemos. La sostuve de su cintura para evitar que perdiera el equilibrio y cayera, y quedamos a cinco centímetros de los labios del otro.

Estaba nervioso, sabía lo sucedería, y aunque pudiera evitarlo, no lo haría. Hace mucho que deseaba esos labios, y no iba a dejar pasar esta oportunidad. La miré a los ojos. Sus hermosos ojos cafés que tanto me gustaban estaban dilatados y perdidos en los míos. Nuestras miradas hacían el mismo recorrido. Pasaba de nuestros ojos a nuestros labios. Lentamente me fui acercado para desaparecer el pequeño espacio que había entre ambos. Ella cerró los ojos con suavidad, e igual yo y unimos nuestros labios en un tierno y lento beso. Coloque mis manos en su cintura y la acariciaba, mientras ella acomodaba sus brazos en mi nuca y jugaba con mi cabello, para después separamos lenta y delicadamente. La miré sonrojado. Sentía el calor en mis mejillas. Y ella estaba igual, e incluso un poco más roja. 


—Eh, yo, yo, lo si... siento—dije tartamudeando.
—Sí, eh, yo, yo, hmm, yo igual. Hasta mañana—dijo dándome un beso en la mejilla y volteándose para entrar a su casa.
—Sí, adiós—me volteé y me alejé en dirección a mi casa, sin mirar atrás. No podía creerlo. La había besado. A mi mejor amiga. No sé como haría para volver a verle la cara. Aunque no estaba arrepentido de haberla besado, para nada. Llegué a casa y le avise a mi mamá que ya había llegado. Para después subir a mi habitación. Hasta que Jazzy y Jaxon me detuvieron.
—¿Ella será tu novia?—dijeron al unisono. No pude evitar sonrojarme—ella nos agrada mucho. Es muy tierna. Mucho más que la otra—dijo Jazzy volteando los ojos al decir 'la otra'. Con la otra se refiere a mi ex, Nathalia. Yo sólo sonreí y les acaricié la cabeza a ambos, para finalmente dirigirme a mi habitación y acostarme mirando al techo para pensar. 

No quería dormir, y si lo hacía sería con una sonrisa en el rostro. Estaba feliz. Más que feliz. Después de tanto tiempo, por fin había podido besar esos labios que me traían loco. Pero, no. No podía decirle que sentí algo en ese beso. O mejor dicho, que hace mucho siento algo con ella. Eso arruinaría la amistad. Además, escuche que le atrae Chaz, así que no debería ilusionarme solo porque nuestros labios hicieron contacto. Debía contarle a alguien sobre el  beso, tal vez a Ryan, pero eso sería mañana en el colegio. Me dormí pensando en lo que había pasado con Jessica, estaba feliz, irradiaba felicidad. 



*narra Jessica*


Me levanté un poco más temprano de lo habitual, ya que quería darme un baño de más o menos media hora. Espere a que el agua estuviera tibia y entre a la tina. Tarde más o menos 20 minutos, me envolví en una toalla blanca y salí. No sabía que ponerme, pero al final opté por esto. Lo que más me gustaba de mi colegio es que podía usar la ropa que quisiera, incluso shorts. Deje mi cabello suelto para que se secará y se le formaran sus ondas naturales. Me puse gloss y un poco de mascara. Me miré al espejo y sonreí. Tomé mi bolso, mi celular y las llaves del auto que me habían regalado para mi cumpleaños y baje a la cocina para tomar una manzana. Le envié un mensaje a Cait diciéndole que en cinco minutos estaba en su casa. Tenía que contarle sobre lo sucedido. Ella me respondió con un 'okay'. Me despedí de mis padres y salí. Encendí mi auto y me dirigí a casa de Cait. Cuando llegué ella ya estaba afuera esperándome. La salude con un beso en la mejilla y nos dirigimos al colegio.

—¿Y bien? ¿Qué sucedió?—me preguntó Cait.
—¿Por qué lo dices?—dije sorprendida.
—Por favor Jessica, tú no me envías un mensaje a las 6:30am diciendo "en 5 minutos estoy en tu casa" por nada. Sabes muy bien que yo siempre me voy con Chris en su auto. 
—Lo sé. Lo que pasa es que, Cait...
—¿Lo qué pasa es que?...
—Justin y yo nos besamos—Cait me miró sorprendida. No lo podía creer. 
—¿En serio? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Y qué pasará con su amistad? ¿Te gusta? ¿Le gustas? ¿Se gustan? ¿Te arrepentiste?—dijo casi sin respiración mientras yo reía por como había reaccionado.
—Sí. Casi caemos y él me sostuvo de la cintura y fuimos uniendo nuestros labios poco a poco hasta que nos besamos. Ayer. En el portal de mi casa. No lo sé. No lo sé. No lo sé. No lo sé. No.—dije riendo mientras contestaba todas sus preguntas en orden. 
—¿¡Cómo qué no sabes si sientes algo por él!?—gritó Cait sin darse cuenta de que ya habíamos llegado al colegio, y todos nos miraban con cara de "¿y estas locas?"—Largo, aquí no hay nada que ver—les dijo Cait furiosa—Jessica, ¿sabes cuántas chicas están enamoradas de Justin? Incluso Denisse se siente atraída a él, ¿y tú lo vas a dejar ir porque no sabes si sientes algo por él?—dijo mientras entrabamos al colegio.
—Lo sé Cait. Lo sé. Pero aún no sé si Justin siente algo por mi. Sólo fue un beso, nada más—dije despreocupada.
—Un beso que puede llevarte a encontrar al amor de tu vida
—Deja de ser tan cursi—dije pegándole en el hombro mientras me reía—recuerda que una mujer inteligente besa, pero no se enamora. No quiero ilusionarme.
—Si tú lo dices...—dijo Cait.
—¿Quién dice qué?—escuche esa voz tan familiar detrás mio.
—Nada—dijimos Cait y yo al unisono—Hola Chaz—dije dándole un beso en la mejilla. Chaz era un amigo que conocí gracias a Justin. Era de sus mejores amigos.
—Bueno, los dejo. Tengo que terminar un trabajo, luego nos vemos—dijo Cait y se despidió de nosotros. 
—Adiós—dijimos al unisono—y bien, ¿cómo estás tonta?—me preguntó Chaz.
—Bien, ¿y tú tonto?
—Bien. ¿Vamos a clase?—asentí con la cabeza y nos fuimos al salón de clases, dónde nos esperaba la profesora de español María Martínez. 

Yo hablaba el español con fluidez. Tengo descendencia latina por parte de mi madre, y ella me había enseñado a hablar español de pequeña. Ya que algunos veranos me iba para México a visitar a mis abuelos y como ellos no hablan inglés, debí aprender español para comunicarme con ellos. Llegamos al salón de clases y tomamos asiento en nuestros respectivos puestos. Español era mi clase favorita, y era la que más disfrutaba, lo único que dañaba la clase era la presencia de Denisse allí, pero eso no importaba. Chaz, Chris y yo dábamos esa clase juntos, ya que mi grado y el de ellos se mezclan en algunas clases como arte, español, biología y química. En arte estaba con Justin y Jamie, en español con Chaz y Chris, en biología con Ryan, Cait, y April, y en química sólo con Justin. Ese día tenía clase de español y después química. La clase de español pasó rápido. Al salir de clase Christian y Chaz me acompañaron a mi casillero y luego se fueron a su siguiente clase. Abrí mi casillero, tomé mi libro de química y me dirigí al aula 34B. Llegué algo temprano y allí estaba Justin sentado en nuestro pupite, un poco  nervioso. Al verme sonrió tímidamente. Me dirigí al pupitre y me senté junto a él. "Hola" lo escuché susurrar.


—Hola Justin. ¿Pasa algo?

—Yo, yo siento mucho lo de ayer. Espero que no se interponga en nuestra amistad, porque lo último que quisiera sería perderte, quiero decir, perder nuestra amistad. Eres muy importante para mi y nuestra amistad también lo es y...—lo callé con un beso corto. Sabía que no había nada entre nosotros, pero necesitaba callarlo, después de todo, nadie nos estaba mirando. Y estaba nervioso y hablando muy rápido así que, ¿cuál era la mejor manera de callarlo? Obvio que esa. Lo miré y sonreí algo apenada—que, que, quería evitar que nos sintiéramos incómodos—concluyó algo nervioso. 
—No te preocupes, ya lo que pasó, pasó. Lo hecho, hecho está. Y no se puede hacer nada para cambiarlo—le dije sonriendo. El profesor llegó y empezó la clase, miraba a Justin sin que se diera cuenta cada vez que miraba a otro lado o estaba entretenido. 

Él, él era perfecto. 

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